jueves, 26 de julio de 2012

Luz intermitente.

Algunas veces nos encontramos inmóviles, mirando al infinito, sin hacer nada, totalmente paralizados...y no nos damos cuenta de lo que pasa a nuestro al rededor. Se podría decir que estamos en una gran oscuridad y de repente vemos una luz. Cada uno tiene una luz...la mía es especial.
Es fría, pero cálida a la vez. Cercana y distante. Unas veces te  hace reir y otras llorar. Es...confusa e intermitente.
"Quédate quieta, no te muevas, quédate aquí conmigo..." le suplico cuando siento que la oscuridad me rodea.
"Pero ¿Qué digo? ¡Vete! No te quiero, fuera de aquí ¡ Déjame en paz, sal de mi cabeza!" le grito acto seguido...Y sin embargo cuando se va, cuando noto que puedo perderla, me doy cuenta de que me engaño a mi misma, que no quiero que me deje y corro desesperada hacia ella y, cuando la alcanzo, vuelvo a suplicar que se quede conmigo.
¿Tal vez uno de los motivos de tu confusión sea mi confusión?

Y sé que muchas veces has deseado dejarme y sin embargo no lo has hecho
Pequeña luz, no me dejes.

Solo un momento

Me besas y mi mente vuela. Tu olor se queda impregnado en mi y sé que, por su culpa, cuando no estes, te extrañaré. Tus brazos me rodean, firmes y cálidos. Me siento protegida, segura.

"Mío"

Siento el peso de tu cuerpo sobre mí. Mi respiración se acelera. Tus manos recorren mi cuerpo, cada vez con más ansia. Noto el deseo en tu mirada, en tus besos cálidos, en tus caricias deseosas de más.

"Mío"

Entonces, ocurre. Se produce la conexión esperada. Esa unión especial y única.

"Mío"

Puede que tu mente esté con otra. Que luego tus besos dejen de pertenecerme. Que alguien más ansíe tus caricias, y tú se las entregues. Sé que no seré la única a quien dedicarás esa sonrisa pícara que se dibuja en tu rostro.
Pero ahora, tus besos ardientes, tus caricias suaves, tus abrazos fuertes, los lunares que salpican tu piel, tu dulce aroma e incluso tu sonrisa, me pertenecen. Son míos. En este momento, mío.

Después te irás, otro cuerpo buscará tu calor. Serás suyo, y yo seguiré siendo tuya. Conmigo solo quedará tu olor, que me acompañará y me torturará.

Y finalmente, ni siquiera tu olor será mío.