viernes, 1 de febrero de 2013

Después de tanto tiempo, vuelvo a ti.

Por fin, aquí estoy, contigo.

Observo tu figura, que reposa delicadamente frente a mí.

Mi deseo de poder tocarte y sentir tu suave tacto en mis dedos incrementa a cada segundo que mi mirada sigue fija en ti, hipnotizada.

Dudo un momento antes de tomarte entre mis manos con suma delicadeza, hace demasiado tiempo desde que te abandoné y parece que he olvidado cómo tratarte, cómo transmitirte todo lo que hay en mi interior.
Comienzo a mecerte, tanteando e intentando recordar; y poco a poco, comienzo a sentir ese cosquilleo que sentía antaño, cuando compartía parte de mi ser contigo, noche tras noche. Recuerdo los nudos en el estómago, las dudas y esos errores que tan fácilmente me ayudabas a corregir.
En este momento, al volver a tenerte, no comprendo el porqué te dejé durante tanto tiempo…puede que necesitase un periodo de reflexión, calma… poder ordenar mis ideas para luego poder entregártelas. Por fin, después de todo este tiempo, siento que vuelvo a complementarme contigo.

Y ahora no puedo parar, mi mano se mueve sin control, llevándote como hacía antes, sobre un lecho blanco. Tú y yo, unidas, somos una al fin.

Finalmente, tu sangre mancha mis manos y crea trazos en el fino y claro lecho… Formando hermosas palabras que tan solo puedo plasmar gracias a ti.


Mi querida pluma, agotada y sin tinta ya, descansa. Mañana volveré contigo.

jueves, 26 de julio de 2012

Luz intermitente.

Algunas veces nos encontramos inmóviles, mirando al infinito, sin hacer nada, totalmente paralizados...y no nos damos cuenta de lo que pasa a nuestro al rededor. Se podría decir que estamos en una gran oscuridad y de repente vemos una luz. Cada uno tiene una luz...la mía es especial.
Es fría, pero cálida a la vez. Cercana y distante. Unas veces te  hace reir y otras llorar. Es...confusa e intermitente.
"Quédate quieta, no te muevas, quédate aquí conmigo..." le suplico cuando siento que la oscuridad me rodea.
"Pero ¿Qué digo? ¡Vete! No te quiero, fuera de aquí ¡ Déjame en paz, sal de mi cabeza!" le grito acto seguido...Y sin embargo cuando se va, cuando noto que puedo perderla, me doy cuenta de que me engaño a mi misma, que no quiero que me deje y corro desesperada hacia ella y, cuando la alcanzo, vuelvo a suplicar que se quede conmigo.
¿Tal vez uno de los motivos de tu confusión sea mi confusión?

Y sé que muchas veces has deseado dejarme y sin embargo no lo has hecho
Pequeña luz, no me dejes.

Solo un momento

Me besas y mi mente vuela. Tu olor se queda impregnado en mi y sé que, por su culpa, cuando no estes, te extrañaré. Tus brazos me rodean, firmes y cálidos. Me siento protegida, segura.

"Mío"

Siento el peso de tu cuerpo sobre mí. Mi respiración se acelera. Tus manos recorren mi cuerpo, cada vez con más ansia. Noto el deseo en tu mirada, en tus besos cálidos, en tus caricias deseosas de más.

"Mío"

Entonces, ocurre. Se produce la conexión esperada. Esa unión especial y única.

"Mío"

Puede que tu mente esté con otra. Que luego tus besos dejen de pertenecerme. Que alguien más ansíe tus caricias, y tú se las entregues. Sé que no seré la única a quien dedicarás esa sonrisa pícara que se dibuja en tu rostro.
Pero ahora, tus besos ardientes, tus caricias suaves, tus abrazos fuertes, los lunares que salpican tu piel, tu dulce aroma e incluso tu sonrisa, me pertenecen. Son míos. En este momento, mío.

Después te irás, otro cuerpo buscará tu calor. Serás suyo, y yo seguiré siendo tuya. Conmigo solo quedará tu olor, que me acompañará y me torturará.

Y finalmente, ni siquiera tu olor será mío.

miércoles, 11 de abril de 2012

No hay tinta.

Podría escribirte los más bellos versos de Bécquer o los más apasionados de Neruda.
Podría recitarte mil libros de poemas de amor, susurrarte al oído un centenar de estrofas.
Incluso podría intentar plasmar en el papel todo lo que siento.
Pero, amor, no creo que exista tinta suficiente en el mundo como para poder escribir todo lo que siento por ti.

Tu olor.

Está aquí, por todas partes. Cierro los ojos y lo busco. Es tu olor, tu dulce y adictivo olor.
Intento que no se vaya, pero poco a poco pierde intensidad.
No. No quiero que desaparezca, quiero que se quede en mi ropa y en mis manos, que permanezca conmigo. Quiero que se expanda y permanezca en mis sábanas.
Pero, aunque lucho por retenerlo, se pierde inevitablemente.
Te echo de menos.

viernes, 16 de marzo de 2012

Las palabras vuelan. Lo escrito permanece.

Mis labios se abren para hablar.
Veo las palabras flotando y entrelazándose, entrando en tus oídos, donde mueren.

"No. Tus palabras no me sirven."-dices, implacable.

Lo dicho se queda en el aire y acaba desapareciendo. Lo escrito permanece en el papel, de donde ya no puede salir.
Tal vez mi escrito te sirva:

. Solo y exclusivamente .
Léeme bien.
Para mi eres único e insustituible. Necesario.
Tú. Siempre.





{Verba volant. Scripta manent.}

miércoles, 25 de enero de 2012

Lo demás no importa.

¿Qué más dan los nombres?
¿Qué importancia tienen los números?
"Tú y yo", eso es lo único que importa.
No nos hace falta nada más.