jueves, 26 de julio de 2012

Solo un momento

Me besas y mi mente vuela. Tu olor se queda impregnado en mi y sé que, por su culpa, cuando no estes, te extrañaré. Tus brazos me rodean, firmes y cálidos. Me siento protegida, segura.

"Mío"

Siento el peso de tu cuerpo sobre mí. Mi respiración se acelera. Tus manos recorren mi cuerpo, cada vez con más ansia. Noto el deseo en tu mirada, en tus besos cálidos, en tus caricias deseosas de más.

"Mío"

Entonces, ocurre. Se produce la conexión esperada. Esa unión especial y única.

"Mío"

Puede que tu mente esté con otra. Que luego tus besos dejen de pertenecerme. Que alguien más ansíe tus caricias, y tú se las entregues. Sé que no seré la única a quien dedicarás esa sonrisa pícara que se dibuja en tu rostro.
Pero ahora, tus besos ardientes, tus caricias suaves, tus abrazos fuertes, los lunares que salpican tu piel, tu dulce aroma e incluso tu sonrisa, me pertenecen. Son míos. En este momento, mío.

Después te irás, otro cuerpo buscará tu calor. Serás suyo, y yo seguiré siendo tuya. Conmigo solo quedará tu olor, que me acompañará y me torturará.

Y finalmente, ni siquiera tu olor será mío.

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