Media noche. El viento frío se cuela por mi ventana, estremeciendome. El reflejo de la Luna entra sigilosamente en mi habitación...bañándola con una tibia luz. Estoy despierta...no puedo dormir...¿insomnio? No lo sé...solo sé que esta noche no es como las demás, que tiene algo que la hace especial, distinta a las demás.
Me levanto de la cama y empiezo a dar vueltas por la habitación. Miro mi mesita de noche...el escritorio con miles de libros encima...la lámpara...el armario...mi cama deshecha...la ventana...la luna resplandeciente...Me paro delante de la ventana.
¿La luna me está mirando? ¿Me sonríe? ¿Me está hablando?...No puede ser...imaginaciones mías.
Pero...es tan hermosa la Luna...me transmite paz...tranqulidad...armonía...Parece que me llama con su voz melodiosa y dulce. Canta una nana...un nana para mí, siento sus manos cálidas mecerme al compás de su melodía. Es tan dulce...tan tranquilizadora...me incita a acercarme a ella...siento mis pies andar...casi inconscientemente...guiados por el hechizo de la Luna...De repente...mis pies ya no tocan el suelo...siento el viento azotándome fuertemente...un golpe...y ya no siento nada...solo escucho la dulce risa de la Luna...acompañada de su mortífera nana...
En su luz esta el descanso eterno
ResponderEliminar